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Alejandra Azcárate no pudo contener el llanto ante la ovación del público de Viña del Mar.


La comediante colombiana fue la encargada de hacer reír a los asistentes a la quinta noche del Festival, un público que nunca ha sido fácil de conquistar y mucho menos si de humor se trata, pues tienen el poder de hacer bajar de tarima a los artistas que no cumplan con sus expectativas o por el contrario otorgarle las preciadas gaviotas de oro y plata, tal como fue el caso de Alejandra.
Ázcarate conquistó al público de La Quinta Vergara con una rutina de stand-up comedy dedicada al feminismo y las relaciones de pareja, con un guión fuerte y muy bien estructurado.
Durante 40 minutos no paró de hacer reír a los asistentes que la ovacionaron de pie al terminar su rutina y pidieron para ella las gaviotas de plata y oro haciendo estallar en llanto a la colombiana. 
Según el portal cultural chileno Culto, pocos minutos después de bajar del escenario, la comediante se refirió a su paso por el Festival de Viña y la recepción del público, que aplaudió su apuesta y terminó entregándole las gaviotas.
“Antes de salir, el cierre de mi vestido empezó a fallar y se empezó a abrir. Llegó una chica de vestuario, agarró con hilo… Faltaban dos minutos para salir y esa mujer arreglándome el vestido atrás. Es el recuerdo que tengo de la angustia”, contó. “Rafael me dio agua tibia con jengibre porque estaba un poco mal de la garganta”, dijo refiriéndose al contacto que tuvo con el animador antes del espectáculo.
Ya al salir, aseguró, “uno queda tan nublado que la verdad no tengo un recuerdo claro de la situación porque estaba poseída por el pánico. Creo que solo he tenido tanto miedo en mi vida cuando me casé”.
Sobre su rutina en general y su exitoso paso por el festival, Azcárate declaró: “Lo que más feliz me hace es saber que pude conectar con el público chileno, porque ahí era donde estaba el reto. No me conocían, era una absoluta nadie, hasta hace 15 minutos, así que estoy muy feliz”.
La también actriz es la primera mujer comediante y extranjera que se presenta en el certamen después de 20 años. La última fue la española Sarah Sanders, quien actuó en 1998 y fue devorada por el “monstruo” como se acostumbra a llamar al exigente público que asiste al festival.
 “Cuando vi esa situación me angustié demasiado, porque vi que era un público avasallador, y eso me generó un miedo aún más profundo”, reveló. Y, como mujer y comediante, “sentía que era una responsabilidad aún más grande. Debo confesar que venía preparada para lo peor, tenía mucho miedo. En ningún momento me confié“.
Alejandra resaltó la importancia del apoyo de sus compatriotas “sentí la presencia colombiana (en el público, la cual valoro infinitamente porque sin el apoyo de los colombianos, no habría llegado jamás hasta acá. Este era un escenario para mi inimaginable”, aseguró.


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